La alta demanda dispara las compraventas de vivienda un 40% pese al aumento de precios
Pese al contexto económico marcado por la inflación y los altos tipos de interés, el mercado inmobiliario español ha experimentado un fuerte repunte. En los primeros meses de 2025, las compraventas de vivienda han crecido un 40% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos recogidos por La Vanguardia. La razón principal: una demanda muy elevada que supera ampliamente la oferta disponible.
El dinamismo del mercado ha sorprendido incluso a los analistas, que esperaban un enfriamiento del sector tras los últimos incrementos en el precio de los inmuebles. Sin embargo, la realidad ha sido otra: el deseo de comprar no solo se mantiene, sino que aumenta, incluso con precios que en muchas zonas se encuentran en máximos históricos.
La presión de la demanda
El incremento en las operaciones inmobiliarias se explica en buena parte por un fenómeno de “demanda embalsada”, es decir, personas que habían aplazado su decisión de compra y que ahora, ante la perspectiva de que los precios sigan subiendo, han decidido actuar. Además, el temor a que los tipos hipotecarios vuelvan a repuntar ha acelerado las decisiones.
A esto se suma una creciente atracción por la inversión inmobiliaria como refugio frente a la inflación. Tanto pequeños como medianos inversores ven en el ladrillo una opción más segura y rentable que otros productos financieros, lo que contribuye a calentar aún más el mercado.
La oferta no sigue el ritmo
Mientras la demanda se dispara, la oferta de vivienda no crece al mismo ritmo, lo que genera tensiones en los precios. La escasez de suelo urbanizable, los altos costes de construcción y los trámites administrativos ralentizan la promoción de nueva vivienda, especialmente en las grandes ciudades.
Esta situación ha provocado que en muchas zonas los precios se mantengan al alza, sin que eso disuada a los compradores. De hecho, según los datos, el incremento del 40% en las compraventas se ha producido en paralelo a una subida media de precios superior al 6%.
Perspectivas para el resto del año
El comportamiento del mercado en lo que va de año lleva a muchos expertos a revisar sus previsiones. Si bien se esperaba una cierta estabilización o incluso una moderación de la actividad, todo apunta a que 2025 podría cerrar con cifras de compraventa incluso superiores a las de 2022, uno de los años más activos de la última década.
Los analistas advierten, sin embargo, de la necesidad de vigilar de cerca la evolución de los tipos de interés y del poder adquisitivo de los hogares, ya que un entorno financiero más restrictivo podría frenar el impulso actual.
Mientras tanto, el mensaje del mercado es claro: la vivienda sigue siendo un activo muy demandado, y todo apunta a que la tendencia continuará al alza en los próximos meses, siempre que la economía mantenga cierta estabilidad.